Hay momentos que condensan perfectamente la ironía de la tecnología.

Hace unos días visitamos el BasQ, el nuevo IBM Quantum System Two instalado en Euskadi, el primero de su clase fuera de Estados Unidos. Un hito que marca un antes y un después para la capacidad científica y tecnológica de nuestro territorio.

Como todo buen acontecimiento, merecía una foto.

Y ahí empezó la paradoja cuántica: el protagonista de la foto… tapaba el ordenador cuántico.

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Una especie de colapso de la función de onda fotográfica.

Lo cierto es que la intención era buena (y se agradece, de verdad). Pero el resultado nos dejó una escena que representa bastante bien el momento que vivimos con la tecnología: a veces nos centramos tanto en quién sale en la foto, que olvidamos mirar lo que hay detrás.

Por suerte, esta vez había una segunda foto. Y en ella se aprecia, en todo su esplendor, la máquina que simboliza un salto tecnológico para Euskadi: el BasQ, núcleo del nuevo ecosistema cuántico que nos conecta directamente con el liderazgo europeo en innovación.

Más allá de la anécdota, la visita nos dejó una sensación clara: la era cuántica ya es menos promesa y más infraestructura.

Euskadi cuenta con un punto de acceso real a una tecnología que redefine cómo pensamos la computación, los datos y la inteligencia artificial.

Desde Skootik, celebramos este paso como lo que es: una oportunidad para repensar el futuro con cabeza fría, pies en la tierra… y, a poder ser, sin tapar el ordenador cuántico en la próxima foto.